Una leyenda llamada Pirela
PAutor: equipodigital | | © 185Orlando Suárez - Septiembre 4, 2021
Algunas fuentes aseguran que fue el primer cantante venezolano en vender más de un millón de copias de un álbum, cuando los tocadiscos comenzaban a instalarse en los hogares de clase media, para convertir al bolero en un huésped permanente.
Apenas con su primer elepé como solista, Felipe Pirela logró cautivar públicos de Estados Unidos, Colombia, República Dominicana, Puerto Rico, Ecuador, Perú y México, desde donde comenzó a perfilarse la leyenda que permanece hasta la actualidad. Nada mal para quien tuvo una vida de vértigo que comenzó el 4 de septiembre de 1941 y terminó de manera abrupta el 2 de julio de 1972.
El trampolín
Desde pequeño, Felipe Antonio Pirela Morón destacó del resto de sus siete hermanos por su buen gusto para cantar. Su madre Lucía siempre lo alentó y fue así como, con apenas 13 años, se unió a dos de sus hermanos y a algunos vecinos del marabino barrio El Empedrao para fundar la agrupación Los Happy Boys.
Inició un recorrido que incluiría concursos radiofónicos de aficionados y un viaje a la capital del país, en busca de mayores oportunidades. Sin embargo, no aparecían los frutos. De vuelta a su tierra natal, en 1959, su sumaría al grupo vocal Los Peniques que no le permitía destacar.
Todo cambió cuando el músico dominicano Luis María Frómeta rearmó su orquesta Billo’s Caracas Boys y lo escuchó, atendiendo algunas recomendaciones. La firma del contrato se produjo el 14 de junio de 1960 y el debut fue el 2 de julio del mismo año junto a otro novel talento zuliano: José “Cheo” García.
Pirela se convirtió en la gran sensación musical, favorecido por el hecho de que Alfredo Sadel había decidido alejarse del bolero para hacer carrera en el bel canto. Las mujeres lo adoraban. Solo pedían sus temas por radio y agotaban los boletos para verlo en persona.
El éxito logrado motivó en Frómeta la idea de producirle su primer disco como solista, sin que abandonara la orquesta. Pero había otra gente cazando güiro y el vocalista no lo comentó con su jefe, lo que marcó la ruptura entre ambos. En septiembre de 1963 se registró la renuncia.
No le faltaron propuestas. Tito Rodríguez, Chucho Sanoja y Renato Capriles trataron de convencerlo de ingresar a sus agrupaciones. Prefirió aceptar la que resultaba más ambiciosa: la realizada por José Pagé de Velvet de Venezuela, quien planeó un lanzamiento desde el norte del continente, con el álbum “Un solo camino: México”. El ejecutivo no se equivocó. La fama se extendió de manera pasmosa y llevó a que en la propia tierra de los tacos lo bautizaran “El bolerista de América”. El nacimiento del mito estaba listo.
Debacle
El 18 de julio de 1964, Felipe Pirela quedó flechado por Mariela Montiel Prieto, quien solo tenía 13 años. El 18 de agosto fue el compromiso, el 11 de septiembre la boda civil y el 18 del mismo mes la eclesiástica. De la unión nació Lennys Beatriz.
En 1966, fue la firma del divorcio que, según biógrafos del cantante, cambió la estrella del zuliano. Se mudó a Colombia, República Dominicana y Puerto Rico, donde el 2 de julio de 1972 fue asesinado a balazos. La policía detuvo al autor intelectual: el mafioso Luis Rosado Medina, quien declaró que el artista le debía cinco mil dólares por cocaína.
Fuente: Chevere